CARTA HERIDA
CON UN GRAN AMOR
Y UN GRAN DESPRECIO
No
puedo ni vivir conforme a ejemplos,
ni
voy a representar jamás un ejemplo para nadie,
pero
en cambio, voy a darle forma a mi propia vida
de
acuerdo conmigo misma,
eso
sí lo voy a hacer, pase lo que pase.
Lou Andreas Salomé (1861-1937)
Invocación del rebaño.
De las ratas que roen
tu cerebro
que ahora te impide
saber
quién en verdad eres.
Inteligencia
domesticada.
Advertencia para quien dejó su casa
y siguió un camino que ya es de otro
y, por lo tanto, no se puede seguir.
Quien sigue el camino de otro,
está extraviado.
Si me sigues, empero, lo otro estará en
ti.
Si me sigues, te seguirás hasta el otro,
seguirás tu propio camino, en soledad
y sin el ani hu que te embrutece.
Serás, al fin, tú misma.
Llegarás a ti misma,
te inundarás de apertura,
conseguirás tu propia libertad.
Porque la vida
no está donde nos dicen que está,
si no en la propia manera
de aventajar a los comunes
que se dejan atraer
por el imán de las religiones:
¡pura basura para imbéciles!
Porque la vida, eres tú,
que oprimes tu desdicha
con manitas en la espalda
de un indecente
que se hace rico a tu costa.
Pero ha sido tu decisión.
Abrevadero del veneno
Que protege tu orfandad.
Sea.
Víctor Raúl Jaramillo
Medellín, 10 de marzo de 2013
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